TEXTO IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo/NOTIVER
CUATRO DÍAS
El gobernante sigue de vacaciones en el paradisiaco Brasil mientras Veracruz sucede de todo y no hay quien vea por los ciudadanos. Ya son cuatro días de que el mandatario Javier Duarte de Ochoa se fue al sur continental y dejó el piloto en automático. ¿Alguien podría avisarle que el incomodo sacerdote Alejandro Solalinde y su escandalosa caravana Paso a Paso por la Paz ya salió de territorio estatal?. Si regresa ya no se los topará y no tendrá que explicar el motivo de no haber cumplido sus promesas al religioso que coordina el albergue Hermanos en el Camino.
Tampoco debe de preocuparse más por el relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe González pues sus colaboradores lo despacharon en una encerrona realizada en Boca del Río. Ya no lo tiene que ver frente a frente y darle una explicación del porqué Veracruz es tierra de nadie para quienes migran del extranjero. Lo malo del asunto para el enviado de la CIDH es que quienes lo atendieron son funcionarios de bajo perfil y peor desempeño. ¿Qué le podría decir Gerardo Buganza, Arturo Bermúdez y Nohemí Guzmán o aún más grave, que puede alegar el agorero Antonio Nemi sobre el tema?.
Suman ya cuatro días de asueto en aquellos lugares tan exóticos mientras el estado se desmorona con la ola violencia. El que debe gobernar y los que se quedaron se toman la atribución de mover el volante y pisar el pedal, y otros más ni siquiera se preocupan por cuidar del changarro. Otro botón de muestra del desorden sucedió el fin de semana en Córdoba, tierra del gobernante, donde hubo tres asaltos violentos y consecutivos – con unos minutos de diferencia-con saldo de cuantiosos botines y ni un solo detenido porque la policía nunca llegó.
La conurbación Veracruz-Boca del Río fue invadida por una nube de rumores sobre enfrentamientos y asesinatos - muchos de ellos azuzados desde las oficinas gubernamentales, según se especula- y ninguna autoridad salió a desmentirlos, dejando correr las versiones a gusto de los tenebrosos. En tanto, en Jalapa el miedo campea y causa estragos. Eso se comprobó anoche durante la presentación de un torneo de futbol juvenil en el estadio Antonio M. Quirazco. Allí los organizadores tuvieron la brillante idea de detonar cohetes como parte del espectáculo deportivo.
Los estallidos de la pirotecnia provocaron pánico entre los vecinos mientras que en las redes sociales se saturaron con advertencias de un enfrentamiento armado en la ciudad. Al final, los mismos cibernautas desmintieron la supuesta balacera - porque ninguna autoridad lo hizo- pero eso no menguó el nivel de miedo entre los jalapeños. Vaya, ni para llamar al Chapulín Colorado pues no sea que el innombrable se la crea y pretenda regresar al “pinche poder”. ¡No, mejor que atranquen la puerta por dentro!.
Por si fuera poco, en eso de los rumores en las redes sociales, hay quienes señalan que el andamiaje levantado durante todo el sexenio pasado para el espionaje político, actualmente sirve para sembrar el terror entre los cibernautas y de paso, entre la comunidad reporteril. Los bien enterados cuentan que el departamento de Des-Comunicación Social ya pasó del fisgoneó en las páginas como Facebook y Twitter de reporteros para detectar a los “no aliados” del duartismo – como gusta llamarle la señora María Gina Domínguez a quienes no la obedecen en la lisonja o en la censura- a la difusión de especies amedrentadoras.
Y como hay cosas inocultables, tampoco escasean las pifias en esa oficina y la perla del fin de semana fue el comunicado redactado por la señora Domínguez sobre una supuesta reunión del gobernante con directivos de un banco brasileño, el cual en el octavo párrafo le cambia el apellido al mismo despachante de palacio de gobierno, “Duarte de Ocho” – ¿de ocho de calificación o de talla de zapato?- Los jocosos dirían que suena al Chavo del Ocho. No me ayudes compadre, le debe estar diciendo a sus colaboradores.
Eso le pasa a la vocera por ocupar su tiempo en difamar difuntos, amenazar a reporteros, hostigar las redacciones telefónicamente y escudriñar las redes sociales en lugar de redactar con propiedad los boletines. En lugar de ir para adelante, van “pa´tras”. Por cierto, en el mismo boletín se devela, sin pudor, los nombres de algunos de los que disfrutan el viaje a las playas de Copabana con cargo al erario público, entre ellos Erick Porres Blesa y Harry Grappa – destituido pero después premiado con el periplo- y los empresarios Eustaquio de Nicolás, Moisés Manzur y Francisco García González, cuyo único mérito es haber financiado parte de la campaña electoral del 2010.
Fuente: NOTIVER.
CUATRO DÍAS
El gobernante sigue de vacaciones en el paradisiaco Brasil mientras Veracruz sucede de todo y no hay quien vea por los ciudadanos. Ya son cuatro días de que el mandatario Javier Duarte de Ochoa se fue al sur continental y dejó el piloto en automático. ¿Alguien podría avisarle que el incomodo sacerdote Alejandro Solalinde y su escandalosa caravana Paso a Paso por la Paz ya salió de territorio estatal?. Si regresa ya no se los topará y no tendrá que explicar el motivo de no haber cumplido sus promesas al religioso que coordina el albergue Hermanos en el Camino.
Tampoco debe de preocuparse más por el relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe González pues sus colaboradores lo despacharon en una encerrona realizada en Boca del Río. Ya no lo tiene que ver frente a frente y darle una explicación del porqué Veracruz es tierra de nadie para quienes migran del extranjero. Lo malo del asunto para el enviado de la CIDH es que quienes lo atendieron son funcionarios de bajo perfil y peor desempeño. ¿Qué le podría decir Gerardo Buganza, Arturo Bermúdez y Nohemí Guzmán o aún más grave, que puede alegar el agorero Antonio Nemi sobre el tema?.
Suman ya cuatro días de asueto en aquellos lugares tan exóticos mientras el estado se desmorona con la ola violencia. El que debe gobernar y los que se quedaron se toman la atribución de mover el volante y pisar el pedal, y otros más ni siquiera se preocupan por cuidar del changarro. Otro botón de muestra del desorden sucedió el fin de semana en Córdoba, tierra del gobernante, donde hubo tres asaltos violentos y consecutivos – con unos minutos de diferencia-con saldo de cuantiosos botines y ni un solo detenido porque la policía nunca llegó.
La conurbación Veracruz-Boca del Río fue invadida por una nube de rumores sobre enfrentamientos y asesinatos - muchos de ellos azuzados desde las oficinas gubernamentales, según se especula- y ninguna autoridad salió a desmentirlos, dejando correr las versiones a gusto de los tenebrosos. En tanto, en Jalapa el miedo campea y causa estragos. Eso se comprobó anoche durante la presentación de un torneo de futbol juvenil en el estadio Antonio M. Quirazco. Allí los organizadores tuvieron la brillante idea de detonar cohetes como parte del espectáculo deportivo.
Los estallidos de la pirotecnia provocaron pánico entre los vecinos mientras que en las redes sociales se saturaron con advertencias de un enfrentamiento armado en la ciudad. Al final, los mismos cibernautas desmintieron la supuesta balacera - porque ninguna autoridad lo hizo- pero eso no menguó el nivel de miedo entre los jalapeños. Vaya, ni para llamar al Chapulín Colorado pues no sea que el innombrable se la crea y pretenda regresar al “pinche poder”. ¡No, mejor que atranquen la puerta por dentro!.
Por si fuera poco, en eso de los rumores en las redes sociales, hay quienes señalan que el andamiaje levantado durante todo el sexenio pasado para el espionaje político, actualmente sirve para sembrar el terror entre los cibernautas y de paso, entre la comunidad reporteril. Los bien enterados cuentan que el departamento de Des-Comunicación Social ya pasó del fisgoneó en las páginas como Facebook y Twitter de reporteros para detectar a los “no aliados” del duartismo – como gusta llamarle la señora María Gina Domínguez a quienes no la obedecen en la lisonja o en la censura- a la difusión de especies amedrentadoras.
Y como hay cosas inocultables, tampoco escasean las pifias en esa oficina y la perla del fin de semana fue el comunicado redactado por la señora Domínguez sobre una supuesta reunión del gobernante con directivos de un banco brasileño, el cual en el octavo párrafo le cambia el apellido al mismo despachante de palacio de gobierno, “Duarte de Ocho” – ¿de ocho de calificación o de talla de zapato?- Los jocosos dirían que suena al Chavo del Ocho. No me ayudes compadre, le debe estar diciendo a sus colaboradores.
Eso le pasa a la vocera por ocupar su tiempo en difamar difuntos, amenazar a reporteros, hostigar las redacciones telefónicamente y escudriñar las redes sociales en lugar de redactar con propiedad los boletines. En lugar de ir para adelante, van “pa´tras”. Por cierto, en el mismo boletín se devela, sin pudor, los nombres de algunos de los que disfrutan el viaje a las playas de Copabana con cargo al erario público, entre ellos Erick Porres Blesa y Harry Grappa – destituido pero después premiado con el periplo- y los empresarios Eustaquio de Nicolás, Moisés Manzur y Francisco García González, cuyo único mérito es haber financiado parte de la campaña electoral del 2010.
Fuente: NOTIVER.