Algunas de las personas detenidas por la policía del Distrito Federal el 1 de diciembre pasado, tras los actos de vandalismo en el Centro Histórico, parecen no haber sido las mismas que saquearon y destruyeron comercios, instalaciones y mobiliario urbano.
Miércoles 05 de Diciembre del 2012.
Imágenes captadas el sábado pasado, dan cuenta de que hubo casos en que mujeres y hombres aprehendidos que no los eran jóvenes embozados, pertrechados con bombas molotov, palos y tubos, que protagonizaron los disturbios.
Videos tomados por manifestantes ofrecen momentos en que la actuación de la policía frente a los vándalos anónimos que planearon el enfrentamiento contrasta con las detenciones realizadas de personas que si bien participaron en la protesta, no realizaban actos de vandalismo al momento de su captura.
En uno de los videos difundidos en redes sociales, titulado “Detenciones arbitrarias en la ciudad de México”, se observa cómo un grupo de mujeres con atuendos indígenas y niños acompañadas de dos hombres con banderas rojas del Frente Popular Revolucionario, caminan sobre la acera, y al momento de pasar al lado de unos granaderos, éstos sorprenden y detienen a un joven de playera blanca que parece dirigir al grupo.
Con sus escudos, los policías lo rodean y comienzan a golpearlo. Uno incluso arremete a puntapiés en su contra, mientras la gente grita que lo dejen. Cuando ya es evidente que ha sido sometido, otro de los policías azota su cabeza contra una caseta telefónica.
El otro hombre —de saco café y boina roja que sólo tenía en sus manos un banderín— trata de interceder por su compañero, pero también lo detienen, lo arrodillan y lo avientan sobre una pared. Otra joven que pasa por el lugar es detenida, la hacen abordar junto al resto de los capturados a la camioneta de la Secretaría de Seguridad Pública A5-066.
En la misma escena se ve a una mujer de blusa rosa que presencia las detenciones, y momentos después se ve como es sometida por otro de los policías. La gente comienza a correr por la calle, no se cubren el rostro, no traen los palos ni las “molotov” de los protagonistas de los disturbios. Un hombre ya mayor, de playera café, es uno de los que huye de la policía, segundos después es aprehendido.
En un video titulado “Nosotros tampoco venimos a pelear” aparece un joven, aparentemente estudiante, dialoga con los granaderos y les explica que su protesta es pacífica y que no buscan pelea sino expresar sus ideas. El policía le responde que ellos tampoco habían ido a la lugar para pelear. Sin embargo, el joven es arrestado.
Otras imágenes de video, captadas en el cruce de Eje Central y 5 de Mayo, así como en la explanada del Palacio de Bellas Artes, dejan en claro que los ánimos ya estaban caldeados. Los policías tenían ya la orden de detener a los manifestantes y comienzan a seleccionar a los que más gritan, a los que se les encaran. Aunque tampoco en esto casos se les ve “armados” a los inconformes; algunos ni siquiera oponen resistencia.
Sin embargo, también hay episodios en que la gente lanza lo que tiene en la mano contra los uniformados para evitar que alguien sea detenido. Después la persecución es inevitable. Todo el que porta una mochila es un sospechoso potencial, ya que en ella podría ocultar objetos y utilizarlos como armas, como un joven sometido en Eje Central.