Los analistas Denise Dresser, Sergio Aguayo y Lorenzo Meyer hablaron en Noticias MVS sobre el contexto crítico para la Iglesia católica en el que ocurre la dimisión de Benedicto XVI.
Con su renuncia al papado, Benedicto XVI deja cuestiones pendientes que la Iglesia católica tendrá que responder, como los casos de pederastia, en lugar de cerrar filas para proteger a sus miembros, si quiere recuperar su autoridad moral, consideró la politóloga Denise Dresser durante la Mesa Política de Noticias MVS primera emisión.
Lunes 11 de Febrero del 2013.
A decir de Dresser, el sumo pontífice no enfrentó cabalmente al sacerdote Marcial Maciel, responsable de abusos sexuales a menores, pues lo encaró peronunca lo sancionó, “lo cual deja una mancha” para la Iglesia católica. A eso se suman los recientes casos de pederastia clerical en Los Angeles, Estados Unidos, que revelan cómo continúa la complicidad entre los sacerdotes para encubrir casos de abusos.
En analista político Sergio Aguayo consideró que la dimisión del papa tiene lugar en un momento en que éste se encuentra enfermo, solo y en medio de la pugna por el poder dentro de la cúpula clerical, la cual se acentuó tras al divulgación de documentos internos del Vaticano, caso conocido como Vatileaks.
“La divulgación de documentos fue un golpe brutal a la autoridad moral del papa, acentuó la debilidad del papa en esa estructura de poder que no controlaba”, expresó Aguayo.
En opinión de Lorenzo Meyer, la renuncia papal es “una noticia interesante, pero no veo que vaya a cimbrar al mundo”, pues si bien sigue siendo un líder espiritual su poder político ya no es vital.
Respecto al proceso de sucesión, Meyer consideró que si bien la Iglesia es una institución conservadora, le vendría bien tener un papa más progresista y “dispuesto a encarar lo que Ratzinger decidió no encarar”.
Lunes 11 de Febrero del 2013.
A decir de Dresser, el sumo pontífice no enfrentó cabalmente al sacerdote Marcial Maciel, responsable de abusos sexuales a menores, pues lo encaró peronunca lo sancionó, “lo cual deja una mancha” para la Iglesia católica. A eso se suman los recientes casos de pederastia clerical en Los Angeles, Estados Unidos, que revelan cómo continúa la complicidad entre los sacerdotes para encubrir casos de abusos.
En analista político Sergio Aguayo consideró que la dimisión del papa tiene lugar en un momento en que éste se encuentra enfermo, solo y en medio de la pugna por el poder dentro de la cúpula clerical, la cual se acentuó tras al divulgación de documentos internos del Vaticano, caso conocido como Vatileaks.
“La divulgación de documentos fue un golpe brutal a la autoridad moral del papa, acentuó la debilidad del papa en esa estructura de poder que no controlaba”, expresó Aguayo.
En opinión de Lorenzo Meyer, la renuncia papal es “una noticia interesante, pero no veo que vaya a cimbrar al mundo”, pues si bien sigue siendo un líder espiritual su poder político ya no es vital.
Respecto al proceso de sucesión, Meyer consideró que si bien la Iglesia es una institución conservadora, le vendría bien tener un papa más progresista y “dispuesto a encarar lo que Ratzinger decidió no encarar”.