21/10/16

LA ASENCIÓN DE UN ILEGAL E ILEGITIMO EN EL GOBIERNO DE VERACRUZ.





               Flavino Rios Alvarado.



Ana Cristina Ledesma López, panista, secretaria de la Mesa Directiva, describió dónde se centraba la violación al texto constitucional, pues tenía que ser el pleno del Congreso y no la Comisión Permanente la que designara al gobernador sustituto. Y citó el artículo 47 de la Constitución de Veracruz:
“Cuando la falta de Gobernador ocurriese en los cuatro últimos años del período respectivo, si el Congreso se encontrase en sesiones, elegirá al Gobernador sustituto que deberá concluir el período; si el Congreso no estuviere reunido, la Diputación Permanente nombrará un Gobernador provisional y convocará al Congreso a sesiones extraordinarias, para que, erigido en Colegio Electoral, haga la elección de Gobernador sustituto”.

Diputados del PAN, PRD, PRI, el ex AVE Francisco Garrido y Movimiento Ciudadano— repudiaban a Flavino, el secretario de gobierno que fue tejiendo la telaraña en que enredó a Javier Duarte, filtrando información de la PGR, moviendo la pluma de su prensa, agitando en las calles hasta echarlo del poder.
Sin mayoría, el proyecto Flavino iba a abortar. Lo mejor fue —¡vaya solución!— violar la Constitución de Veracruz.
Actuó la Comisión Permanente de la Legislatura estatal. Aprobó la solicitud de licencia de Javier Duarte. Se acogió al artículo 48 de la Constitución, que le confiere facultades sólo en caso de ausencia temporal para designar un gobernador interino. Pero aquí se trataba de ausencia definitiva. Y así impuso a Flavino.

Su imposición es de antología. La consuman los miembros de la Comisión Permanente del Congreso de Veracruz, la bancada Duartista, la cofradía de las rémoras.
Jurídicamente, lo que decida Flavino Ríos, los acuerdos que suscriba, las acciones de gobierno que adopte, los dineros que pague, están viciados de origen. 
Su imposición es de antología. La consuman los miembros de la Comisión Permanente del Congreso de Veracruz, la bancada duartista, la cofradía de las rémoras.
Jurídicamente, lo que decida Flavino Ríos, los acuerdos que suscriba, las acciones de gobierno que adopte, los dineros que pague, están viciados de origen.
Uno de los juicios más certeros sobre este atraco político, lo emitió el doctor Francisco Berlín Valenzuela, ex secretario de Gobierno, jurista intachable, presidente de la Casa de la Cultura Jurídica en Veracruz y analista político. Señaló:
Con suficientes razones, se observa como una imposición de la mayoría en el Congreso que no entendió de razonamientos jurídicos ni de interpretaciones parlamentarias, poniendo en duda el proceder del órgano que tiene como misión la elaboración de las leyes que norman el comportamiento social.
“No es admisible que los miembros de este órgano desconozcan los principios básicos de la teoría política y de la doctrina que asegura la existencia de un régimen democrático. Su actuación sugiere que sólo acataron los designios de otro poder, lo cual anula su independencia y autonomía.
“Al haber procedido como lo hicieron demostraron su apego a la defensa de sus intereses personales y partidistas poniéndolos por arriba de los principios que deben regir a la actividad política de los representantes populares”.
Flavino Ríos es un fraude político. Nació en Oaxaca, fue llevado muy niño a Minatitlán y ahí con el paso de los años, con otra acta de nacimiento inició su carrera política como veracruzano.
Y de pronto, en 1974, siendo regidor en Minatitlán, logra que le expidan otra acta de nacimiento, en la que hace constar que nació en la petrolera ciudad del sur de Veracruz.
Diputado local, diputado federal, regidor, líder cenopista, secretario de Educación Dantista, consejero de Alejandro Montano, secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, secretario de gobierno con Miguel Alemán y potencial aspirante a ser su sucesor. Y a cuestas llevaba su acta apócrifa.
Simula Flavino Ríos que es gobernador. Sus primeros día de ilegal son teatro puro. Viaja y se pavonea. Dialoga y actúa. Dice que le pedirá una “ayudadita” al presidente Enrique Peña Nieto, como si el naufragio de Veracruz se evitara con una limosna de Los Pinos, y que acudirá a la Secretaría de Hacienda para obtener recursos y así pagar salarios y aguinaldos.
Sólo los que andan en otro mundo le creen. En las calles de Xalapa sigue el caos. Marchan pensionados y maestros. “¿Pagas o Pegas, Flavino?”, se lee en cartulinas. “Mi salario sirve para alimentar a mis hijos; exijo mi salario en tiempo y forma”, reza otra, en las manos de una joven madre que en su fular carga a su pequeño.
Otros le imputan que es copartícipe del desvío de 7 mil millones de pesos en el Instituto de Pensiones del Estado. Flavino era uno de los 13 integrantes del Consejo de Administración del IPE, a quienes denunció la Coalición de Pensionados Independientes (Copipev) por haber permitido que fuera saqueada la reserva técnica del instituto.
Si la SCJN resuelve en contra, Veracruz habrá permanecido sin gobernador desde el día en que Javier Duarte fue obligado a abdicar.
Flavino Rios Alvarado
Es el falso gobernador de Veracruz.

CON INFORMACIÓN DE: Mussio Cárdenas Arellano.