10/11/16

EL ESPURIO SE ESCONDE: FLAVINO RIOS : LA RENUNCIA Y LA MANIOBRA.





Evade ser notificado por el Congreso   

No despacha ni en palacio ni en Casa Veracruz  

Pelegrín le sigue el juego


Si lo encuentran, Flavino Ríos se va. Si el Congreso le notifica su destitución “se las firmo”, se jacta el gobernador interino, por espurio, por ser una imposición del duartismo que violó la Constitución de Veracruz.
De dientes hacia fuera, se ciñe a la decisión del Congreso estatal que acusa vicios en su designación como “interino”, tras la licencia concedida a Javier Duarte para separarse del cargo, acusado de malversar recursos, lavar dinero, incumplir un deber legal, incurrir en peculado, saquear al gobierno de Veracruz vía una red de prestanombres.
Se teje en el Congreso la caída de Flavino Ríos, tapadera de Javier Duarte, al que sustituye por 47 días, en un accidentado escenario en que sólo dos semanas despachó en palacio de Gobierno hasta ser echado por 51 alcaldes de oposición que reclaman el robo de sus partidas federales, retenidas y desviadas por la Secretaría de Finanzas y Planeación.
Dice que su renuncia va si los diputados del nuevo Congreso de Veracruz se lo piden. “Se las firmo”, acusa lacónico el oaxaqueño que usa acta nacimiento de Minatitlán para trepar en la pirámide del poder.
Se la firma si lo encuentran, pues Flavino Ríos se escuda en que ya no tiene donde despachar, tomados el palacio de gobierno y Casa Veracruz, la residencia oficial, por los 51 alcaldes panistas y perredistas que evidenciaron que el vacío de poder es real.
Su suerte está en manos de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura estatal que a propuesta del líder de la bancada panista, Sergio Hernández, planteará destituirlo por faltas a la Constitución de Veracruz.
Sergio Hernández Hernández llevará su propuesta ante la Jucopo en la que propone para solicitar que el Congreso se constituya en colegio electoral y proceder a la designación de un nuevo gobernador que concluya el mandato de Javier Duarte, el 30 de noviembre.
Invoca Sergio Hernández el artículo 48 fracción cuarta y 47 tercer párrafo de la Constitución Local para constituir el colegio electoral “y elegir entre todos a la persona que funja como gobernador sustituto”.
Se plantea la ilegitimidad de Flavino Ríos por un error de procedimiento, del que fueron alertados —y que desoyeron— los diputados duartistas que controlaban la Comisión Permanente en el Congreso que cesó sus funciones el 4 de noviembre.
Javier Duarte no ausentó en forma temporal sino definitiva y lo que correspondía era designar un gobernador sustituto en sesión del pleno del Congreso, y no un gobernador interino por parte de la Comisión Permanente del Congreso, controlada por el ex gobernador.
Sabía Javier Duarte que la votación del pleno le sería adversa. PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, PT y varios diputados priistas, con mayoría contundente, desecharían a Flavino Ríos para concluir el mandato y designarían un gobernador sustituto que podría abrir las secretarías y la información clave, agravando su conflicto legal.
Instruyó entonces a la Comisión Permanente del Congreso, donde siete de los 10 integrantes le eran afines, para imponer a Flavino Ríos con carácter de “interino”, pese a que la ausencia de Javier Duarte era definitiva.
De origen, el nombramiento de Flavino Ríos está viciado. Sus actos de autoridad carecen de validez. Es un espurio. Es un ilegal. Es ilegítimo, increpado por diversos sectores, agravando la crisis política, financiera y social que sacude a un Veracruz que naufraga, sin timón la nave, sin vela, sin ancla, y el piloto ni siquiera tiene donde despachar.
Pero él, ufano, dice que si le piden que renuncie, “se las firmo”. Si es que lo encuentran.
Su juego es mentir. Su maniobra es fingir que gobierna cuando no se asoma por la sede oficial, el palacio de gobierno, o por Casa Veracruz.
Firmaría su renuncia, dice, si es que se la hacen llegar, si es que logran establecer donde se halla la sede del gobierno de Veracruz.
Su mejor excusa es la toma de palacio de gobierno y Casa Veracruz. Sin un sitio visible para despachar, elude ser notificado. Es su treta para tampoco recibir notificación para que su secretario de Finanzas, Antonio Gómez Pelegrín, acuda a la Legislatura a explicar el desvío de las partidas federales para financiar el gasto corriente del estado, como admite en un video frente a los alcaldes inconformes.
Así lo resume Diario Presencia:
“La toma de palacio de gobierno y Casa Veracruz, de parte de alcaldes panistas y del PRD, ha limitado al Congreso local para notificar al gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, del acuerdo de la Junta de Coordinación Política por el que se llama a  comparecer al titular de Finanzas y Planeación.
“El acuerdo que promovió el PAN desde la Cámara local para que Antonio Gómez Pelegrín explique, ante el pleno, la situación económica que atraviesan los municipios del Estado, podría no prosperar.
“Hay que recordar que desde hace 12 días los alcaldes del PAN y PRD mantiene tomado el palacio de Gobierno y, recientemente, determinaron cerrar Casa Veracruz, por lo que no hay un domicilio legal en el que se pueda notificar al gobernador interino del acuerdo, a fin de que instruya al secretario de despacho a que se presente a los diputados.
“La Junta de Coordinación Política determinó citar a comparecer este jueves a las 4 de la tarde ante el Pleno, para que explique la razón por la que no se ha depositado las participaciones federales a los municipios.
“El secretario general del Congreso local, Juan José Rivera Castellanos, explicó que ya informaron al secretario de despacho del requerimiento de la Cámara, pero no han logrado conseguir una tercera dirección para notificar a Ríos Alvarado.
“ ‘Nosotros hemos intentado notificar mediante cédula al palacio de gobierno y Casa Veracruz, materialmente fue imposible hacerle la notificación (…) a quien si se le pudo notificar fue al secretario de finanzas, a través de la oficina de su secretario particular’.
“Reconoció que si bien el secretario de despacho tiene conocimiento del requerimiento del Congreso, se necesita la autorización del titular del poder ejecutivo para su presentación”.
Mientras, el vacío de autoridad crece. Casi 40 ayuntamientos han dejado de operar, reclamando sus partidas federales a un gobernador, Flavino Ríos, que ejerce en las sombras, lejos de Xalapa, en eventos que le permiten enmascarar el caos, su ausencia, el miedo a enfrentar la ira social.
Cierran ayuntamientos. Protestan con mantas y avisos de que cesan sus funciones. Repudian el robo de las participaciones federales, que suman 3 mil 800 millones de pesos, los depósitos de tres meses que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público envió al gobierno de Veracruz y que Javier Duarte ordenó que se les retuvieran a los ayuntamientos y se desviaran a tareas del gobierno estatal. El desvío es delito.
Marchan los alcaldes priistas en la Ciudad de México, desde el Senado hasta la Secretaría de Gobernación, en una simulación más. No condenan el robo de sus dineros, a la cleptocracia duartista, a sus cómplices en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que sabiendo el tamaño de la uña de Javier Duarte, teniendo evidencia del saqueo desde 2013, le aplaudieron el peculado hasta que Veracruz reventó.
Ingobernable, Veracruz no tiene gobernador. En los hechos, Flavino Ríos no manda. Hay sede de gobierno y no la hay. Hay sede pero tomada por los alcaldes panistas y perredistas. Hay sede de gobierno pero ahí no entra el gobernador espurio.
Casa Veracruz fue sede por unos días. Del 28 de octubre al 6 de noviembre ahí operó el gobernador ilegítimo. Ese domingo, lo increpó un grupo de alcaldes inconformes. Miguel Ángel Yunes Márquez, de Boca del Río, lo llamó “ladrón”, “tramposo”, “cobarde”. Y Flavino se fue. No volvió más a Casa Veracruz. No tiene definido dónde gobierna… si es que gobierna.
Carga con la culpa de haber facilitado la fuga de Javier Duarte. Su primera acción relevante como espurio fue disponer de un helicóptero oficial para que huyera, de Xalapa a Coatzacoalcos, el sábado 15 de octubre.
Dice que no sabía que había orden de aprehensión en su contra. Todo Veracruz lo sabía y Flavino finge ignorancia. Se implica, cuando ya la PGR le sigue los pasos, tras que los pilotos de la aeronave confesaron que les ordenó mover a Javier Duarte.
Vive su caos personal, humillado por detentar una gubernatura ilegal de 47 días, en la que sólo por dos semanas pudo despachar en palacio de gobierno.
De entre todos los gobernadores, es el peor en la historia de Veracruz.
Presiona, pues, el Congreso y Flavino Ríos admite que si le piden la renuncia, se va.
“Se las firmo”, dice. Si lo encuentran.

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Por no localizar al Gobernador Interino Flavino Ríos Alvarado en ningún domicilio, el Congreso Local no pudo notificarle de la petición de la Junta de Coordinación Política, para que este jueves a las cuatro de la tarde,  compareciera ante diputados locales el Secretario de Finanzas, Antonio Gómez Pelegrin.


Así lo confirmó el secretario general de la Legislatura, Juan José Rivera Castellanos, quien explicó que al estar “tomado” Palacio de Gobierno y Casa Veracruz, no se cuenta con un domicilio alterno para recibir el documento.
Es de mencionarse que fue la JUCOPO la que pidió a Ríos Alvarado autorización para que su subordinado acudiera a las 4 de la tarde de este jueves ante legisladores; el punto fue aprobado por unanimidad.
Sin embargo, el Ejecutivo no fue notificado y no otorgó su anuencia.
El que sí firmó de recibido, fue el secretario particular de Antonio Gómez Pelegrin, pero, de acuerdo al proceso, no puede “mandarse solo” y debe recibir un permiso por parte del Gobernador para presentarse ante el pleno.
“Acudimos a notificar al Palacio de Gobierno y a la Casa Veracruz y materialmente fue imposible hacerle la notificación; no tenemos ningún otro domicilio legal para hacerle la notificación al gobernador interino y ante esa situación no se le pudo poner en aviso”, observó.
La comparecencia de Gómez Pelegrin, se trata de la primera experiencia que tendrá esta bancada en cuestionamientos a funcionarios estatales y es un ejercicio independiente del que se llevará a cabo en el marco de la glosa del sexto informe de labores del Jefe del Ejecutivo.
Los diputados de las diferentes bancadas, esperaban al encargado de las finanzas para que explique los montos reales de la deuda bancaria, el pasivo circulante y el destino de los préstamos que obtuvo el estado y que “no aparecen”.
Es de mencionarse que hace una semana, secretario de Finanzas de Veracruz, Antonio Gómez Pelegrin, dijo sentirse “frustrado y arrepentido” por la grave situación que padece la entidad.
Hay que apuntar que en seis veces, el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa realizó cambios en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) y es este al que le ha “tocado bailar con la más fea” como el mismo ha reconocido.
El funcionario confesó que  el usar el recurso federal que se enviaba a Veracruz para otros fines, era una práctica común.
La también llamada “licuadora” es una cuenta concentradora donde  la Federación hacía los depósitos de fondos federales, pero, estos nunca se transferían de manera completa a lo que estaban destinados como salud, seguridad, educación y a los 212 municipios.
Gómez Pelegrin refirió que el argumento de Javier Duarte, era que se tenía que pagar el gasto corriente para contener las protestas sociales y para mantener la paz pública en la entidad; además reconoció que a pesar de las advertencias que el hizo en su momento a Duarte este se negaba a escucharlo.
Por estas acciones, el funcionario reconoció que puede tener alguna consecuencia legal, como pisar la cárcel. “tengo que asumir en mi momento la responsabilidad que pudiera tener, por omisión o por acción. Yo no me estoy excluyendo de una presunta responsabilidad que pudiera tener. Tengo que asumirla, tengo que aceptarla”

Recientemente reconoció que la deuda pública ya rebasa los 87 mil millones de pesos, cifra que podría aumentar en su comparecencia este jueves ante legisladores.
INFORMACIÓN Y ARTICULO DE: MUSSIO CARDENAS ARELLANO.
IMAGENES E INFORMACIÓN DE: NOTIVER.